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domingo, 16 de julio de 2017

Y pasó lo qué tenía que pasar.
Al final aquel mago, con cientos y cientos de hechizos, desapareció tras un chasquido de sus dedos.
Lo único que dejó, fue la nostalgia del ayer, un arduo sentimiento que predomina en mi corazón sintiendo las lagrimas a punto de caer 
Sentí rasgar mi alma al cambio tan drástico en mi vida
Me temo que el día que yo desaparezca, aquellas mágicas aventuras , se desvanezcan conmigo, desearía conservarlas incluso después de la muerte.

 

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