Ahora que te marchas, no sabré, si la historia de este gran libro seguirá contigo o conmigo...

Cuanto desastre veo al rededor...
Esto lo provoque yo? Acaso mi ingenuo ser me traicionó una vez más ...?
Me siento aterrada por ña noche, corrí sin sentido en muchas direcciones, y sólo me halle sostenida a una pequeña puerta grisácea.
Estoy en colisión.
Este cataclismo me consume en toda su expresión, mi alma perdida y revuelta en las penumbras oscuras me enceguecen y en lo más alto una Ciénaga de podredumbre.
Este dolor me mortifica.
Mi corazón arrugado, por el mar de lágrimas en sus temblorosas palabras, me llevó a una conclusión alterna...
En la que posiblemente.
Se extinga la llama que arde en mi.

No te olvidaré...

Sin pensar.

Escribo de mi desde este recinto para no olvidarme de mi.
Mi ser se siente espasmódico.
Siente su propio olvido sin, sin manifestar lo, Oh.... Después de tantas aventuras prosaicas y cantos grumosos en noches espesas, mi intimo pensar, se desvanece tras esta triste crónica...
Desde cuando eso me era tan necesario?  ¡Desde cuando no puedo tener prudencia ante este individuo!


Este sentimiento nefasto....
Me agota poco a poco, y el manantial de mi alma
Se pierde tras cada borrasca.
Mi vista tan borrosa y tediosa, opaca el brillo de mis ojos, vaya insatisfacción.
Vivo tras cada anotación una celebre culpa, una que trasciende tras su mirada fulminante...
alma.